Todo lo que necesitas saber sobre ser autónomo societario: ventajas, requisitos y obligaciones

En este artículo hablaremos sobre el autónomo societario, una figura que se utiliza cada vez más entre los emprendedores. Ser autónomo societario significa que tu negocio tiene personalidad jurídica propia y, por lo tanto, te conviertes en socio de tu propia empresa. Aunque puede ofrecer ciertas ventajas en términos de responsabilidad limitada y fiscalidad, también existen ciertas obligaciones y requisitos legales a cumplir. ¡Descubre si el autónomo societario es la opción adecuada para ti y cómo puedes beneficiarte de él!

Todo lo que debes saber sobre el régimen de autónomo societario en España

El régimen de autónomo societario en España es una modalidad que permite el desarrollo de actividades económicas a través de una sociedad, en lugar de hacerlo individualmente como autónomo persona física.

Esta figura se puede aplicar tanto a sociedades limitadas (SL) como a sociedades anónimas (SA), y tiene ciertas ventajas como la limitación de la responsabilidad ante las deudas contraídas por la sociedad.

Uno de los principales requisitos para acogerse al régimen de autónomo societario es tener una participación en la sociedad superior al 25% del capital social, lo que implica tener una posición relevante en la toma de decisiones de la empresa.

Además, los autónomos societarios tienen ciertas obligaciones legales, como la presentación de cuentas anuales ante el Registro Mercantil, y están sujetos al pago de impuestos como el Impuesto de Sociedades.

En resumen, el régimen de autónomo societario es una opción interesante para aquellos emprendedores que quieran desarrollar su actividad económica mediante una sociedad, con las ventajas que ello conlleva en términos de responsabilidad limitada y capacidad de financiación.

¿Cuál es la diferencia entre un autónomo y un autónomo societario?

Un autónomo es una persona que trabaja de forma independiente, sin estar vinculado a ninguna empresa, y que se encarga de llevar adelante sus propios proyectos o servicios. Este tipo de trabajador asume todos los riesgos y beneficios de su actividad y su responsabilidad se extiende a todo su patrimonio personal.

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Un autónomo societario es aquel que, además de hacerlo de forma independiente, ha constituido una sociedad en la que él mismo es el único socio y, por tanto, la persona responsable de ésta. Esta figura jurídica se conoce como Sociedad Limitada Unipersonal (SLU) y tiene ventajas para el autónomo, como la protección de su patrimonio personal y la posibilidad de diferenciar su patrimonio del de la empresa.

En resumen, la principal diferencia entre un autónomo y un autónomo societario es que el segundo ha creado una sociedad para llevar a cabo su actividad, lo que le permite contar con una serie de ventajas legales y jurídicas.

¿Cuál es el monto a pagar como autónomo societario?

Como autónomo societario, el monto a pagar por la Seguridad Social dependerá del tipo de sociedad que hayas creado y del salario que te asignes. En casos generales, deberás abonar tanto la cuota de autónomos como la correspondiente al Régimen General de la Seguridad Social. Además, la tarifa que se aplica varía según el régimen de la empresa y el tipo de actividad que realices.

Por ejemplo, en el caso de sociedades limitadas (SL) o anónimas (SA), la cotización mínima para la Seguridad Social en 2021 es de **313,21 €** mensuales, así como una cuota adicional del **29,9%** de la base de cotización elegida. Sin embargo, si eres considerado socio trabajador y tienes el control efectivo de la sociedad, dicha tarifa se reduce al **26,50%**.

Es importante que tengas en cuenta que estos montos están sujetos a cambios, por lo que es recomendable estar al tanto de cualquier actualización en la legislación sobre autónomos societarios.

¿A quién se le exige ser autónomo societario?

En el contexto de los Autónomos, se les exige ser autónomo societario a aquellas personas que tengan una participación mayoritaria en una sociedad, es decir, aquellos que posean más del 50% del capital social de la empresa. También se les exigirá esta figura cuando sean administradores o miembros del consejo de administración de la sociedad. En general, se trata de aquellos Autónomos que tienen un papel de dirección o gestión dentro de la sociedad y que, por tanto, tienen una mayor responsabilidad en cuanto a las obligaciones fiscales y laborales de la empresa. Es importante destacar que ser autónomo societario no significa estar exento de las obligaciones propias del régimen de autónomos, pero sí implica una serie de particularidades en cuanto a su tributación y protección social.

¿Cuál es la estructura de la nómina de un autónomo que tiene una sociedad?

La nómina de un autónomo que posee una sociedad debe incluir los siguientes elementos básicos:

– Datos del trabajador y de la empresa (nombre, apellidos, DNI, CIF).

– Salario bruto y neto. El salario bruto es la cantidad total a recibir por el empleado antes de las deducciones pertinentes y el salario neto es la cantidad que el empleado recibe después de haber realizado las deducciones necesarias.

– Las deducciones aplicables, tales como la Seguridad Social, IRPF, cuotas sindicales, entre otras.

– Además, se deben tener en cuenta otras retribuciones extrasalariales como: pluses, complementos y horas extras.

Es necesario que esta información quede registrada en la nómina de manera clara con el fin de evitar malentendidos o confusiones entre el trabajador y el empleador, así como para asegurar la transparencia en los sueldos y cumplir con los requisitos legales.

Preguntas Frecuentes

¿Cuáles son las principales ventajas y desventajas de ser un autónomo societario en comparación con un autónomo individual?

Las principales ventajas de ser un autónomo societario en comparación con un autónomo individual son:

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Responsabilidad limitada: la principal ventaja de constituir una sociedad como autónomo es limitar la responsabilidad frente a terceros. Es decir, si la empresa tiene deudas o tiene algún problema legal, se responde solo con los bienes de la empresa y no con los personales del autónomo.

Mayor capacidad para obtener financiación: al ser una sociedad, es posible acceder a más fuentes de financiación, como préstamos bancarios, ya que la figura de la sociedad se percibe como más estable y menos arriesgada.

Posibilidad de compartir gastos: cuando se constituye una sociedad, se puede compartir los gastos y las inversiones entre los socios, lo cual puede resultar más beneficioso en términos de rentabilidad.

Mejor imagen frente a clientes y proveedores: constituir una sociedad puede mejorar la imagen de la empresa frente a clientes y proveedores, ya que se percibe como una entidad más sólida y seria.

Las principales desventajas de ser un autónomo societario en comparación con un autónomo individual son:

Mayor complejidad administrativa y burocrática: constituir una sociedad implica una serie de trámites administrativos y financieros que pueden ser más complejos que los de un autónomo individual.

Mayor coste económico: constituir una sociedad implica mayores costes económicos, tanto en cuanto al capital social inicial, como en cuanto a los gastos de gestión, asesoramiento y contabilidad.

Responsabilidades legales y fiscales: como autónomo societario, hay una serie de responsabilidades legales y fiscales que debe cumplir, como la elaboración de cuentas anuales, llevar un registro contable o presentar declaraciones fiscales, entre otras.

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¿Qué obligaciones fiscales y laborales tienen los autónomos societarios en España y cómo gestionarlas de manera efectiva?

Los autónomos societarios en España tienen ciertas obligaciones fiscales y laborales que deben cumplir para gestionar su negocio de manera efectiva.

En cuanto a las obligaciones fiscales:

– Deben darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

– Están sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y al Impuesto sobre Sociedades (IS).

– Tienen que presentar trimestralmente el modelo 303 para el pago del IVA y el modelo 130 para el pago a cuenta del IRPF.

– Además, deben presentar anualmente la declaración de la renta y la declaración del Impuesto de Sociedades.

En cuanto a las obligaciones laborales:

– Deben darse de alta en la Seguridad Social como trabajador por cuenta propia.

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– Tienen que cotizar mensualmente a la Seguridad Social, según la base elegida por el autónomo.

– Asimismo, si el autónomo societario cuenta con empleados, debe cumplir con todas las obligaciones laborales derivadas de ello, como la elaboración de nóminas, contratos laborales, etc.

Para gestionar estas obligaciones de manera efectiva, es recomendable contar con el asesoramiento de un gestor o asesor fiscal y laboral, que ayude al autónomo societario a llevar un control riguroso de sus obligaciones fiscales y laborales, evitando posibles sanciones y problemas legales.

¿Cómo afecta la figura del autónomo societario al reparto de beneficios y responsabilidades en una sociedad limitada?

La figura del autónomo societario en una sociedad limitada implica la participación de un trabajador autónomo como socio en la empresa. En este sentido, el autónomo societario tiene derecho a percibir una parte proporcional de los beneficios de la sociedad, que dependerá del porcentaje de participación que tenga en la misma.

Por otro lado, la responsabilidad del autónomo societario en una sociedad limitada estará limitada al capital aportado, lo que significa que no responderá con sus bienes personales por las deudas de la empresa.

Además, es importante destacar que el autónomo societario tendrá que cumplir con sus obligaciones tributarias y laborales como cualquier otro trabajador autónomo, pero también asumirá ciertas obligaciones como socio de la sociedad limitada, como puede ser la asistencia a las juntas de accionistas o la toma de decisiones en cuestiones importantes para la compañía.

En resumen, la figura del autónomo societario en una sociedad limitada ofrece tanto la posibilidad de participar en el reparto de beneficios como de tener una responsabilidad limitada en cuanto a las deudas de la empresa, aunque implica también ciertas obligaciones adicionales como socio de la compañía.

En conclusión, ser autónomo societario puede ser una opción muy interesante para aquellos que buscan reducir su responsabilidad en el ámbito empresarial. Aunque implica más trámites y costes iniciales, a largo plazo puede resultar beneficioso tanto desde un punto de vista fiscal como legal. Es importante tener en cuenta todas las implicaciones antes de tomar una decisión, y buscar siempre el asesoramiento de profesionales especializados en la materia. En definitiva, el autónomo societario es una figura cada vez más común en el mundo empresarial, y se presenta como una alternativa interesante para aquellos que quieren dar un paso más en su carrera profesional.

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🚀Emprendedor compulsivo ⚡ Ceo & Founder de Ayudas Autónomos y Ludigital Solutions 🔥28 Proyectos a sus espaldas y los que quedan.. ✅Ayudando a las empresas a crecer desde el 2014

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